Cuando el 29 de octubre de 2004 los dirigentes políticos europeos firmaron en la ciudad de Roma el Tratado por el que se establecía una Constitución para Europa, pocos podían imaginar que Europa se encontraría ante una situación crítica apenas unos meses más tarde tras encallar el proceso de ratificación del Tratado debido a los resultados negativos de los referenda en Francia y Holanda. El próximo 13 de diciembre, los responsables europeos pondrán punto final a esta situación con la firma en Lisboa de un nuevo Tratado que sustituye a la Constitución europea que nunca entró en vigor.

¿Eran necesarias las reformas previstas en el Tratado constitucional? ¿Cuál hubiera sido el coste resultante en caso de no adoptarlas? ¿Cuáles eran los escenarios de salida a la crisis provocada por la no ratificación de la Constitución? ¿Qué queda de la originaria Constitución europea en el Tratado de Lisboa? ¿Constituye éste la respuesta adecuada a las exigencias de los europeos en un mundo globalizado?

Éstas y otras interrogantes han sido abordadas y analizadas por un equipo de expertos de la Fundación Rafael del Pino, el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo y el Instituto Universitario Europeo de Florencia, dirigidos por Iñigo Méndez de Vigo y publicadas por la Editorial Planeta en lo que constituye la primera reflexión sobre el nuevo Tratado de Lisboa cuarenta y ocho horas antes de su firma.

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