PERFIL DE INGRESO

Para definir el perfil idóneo de los alumnos de nuevo ingreso que deseen acceder a esta titulación, tenemos en cuenta los objetivos finales de carácter educativo que nos proponemos alcanzar, en tres vertientes:

  • Alumnos. Queremos que nuestros estudiantes tengan inquietudes intelectuales y que estén dispuestos a trabajar, tanto de forma personal como en equipo. A este respecto, en el proceso de selección se presta especial atención a las capacidades de interacción y de diálogo de los candidatos. Asimismo, es importante que el alumno esté capacitado para entender que las materias no son compartimentos estancos, sino que forman parte de un plan o sistema global de conocimientos. En consecuencia, desde el principio, les pedimos a nuestros estudiantes –especialmente en la entrevista y, después de ser admitidos, durante el curso cero de preparación que se les imparte y que tiene una duración de dos semanas– que renuncien a un concepto puramente memorístico y “legalista” del derecho. En este sentido, se valoran una serie de habilidades o destrezas básicas, entre las que destacan: la lectura comprensiva y la capacidad para la interpretación de textos; la escritura o redacción; y la oratoria. Asimismo, se insiste en la vocación de servicio y en la idea de la justicia como valor de referencia del derecho, tanto en sus aspectos teóricos como prácticos.
  • Internacionalización. Los alumnos que sigan este doble grado tienen que tener una clara vocación hacia la internacionalización. No es posible especializarse en los ámbitos jurídicos europeos e internacionales sin tener inquietudes por otras culturas, otros países, otros sistemas jurídicos. La capacidad de adaptación a nuevos entornos, especialmente durante las movilidades pero también a la hora de integrar los numerosos estudiantes extranjeros que año tras año eligen nuestros cursos en Unión Europea que estarán ahora integrados en este doble grado es, también, un requisito imprescindible. Por ello durante el proceso de selección se dará prioridad a aquellos alumnos que tengan experiencias fuera de España y se buscará un equilibrio geográfico de dichas experiencias. Formaremos alumnos para desarrollar sus carreras profesionales particularmente hacia fuera de España y se diseñaran los cursos y actividades extracurriculares, como la European Moot Court Competition, de modo que su paso por el CEU sea un trampolín para saltar a la arena profesional internacional.
  • Multilingüismo. A los requisitos de ingreso (se valorará positivamente el dominio de otras lenguas además del inglés) se suman la necesidad de aprender segundos y terceros idiomas (francés y/o alemán) así como participar activamente en seminarios, proyectos y actividades que utilizan lenguas extranjeras como herramienta de trabajo en un entorno que reproduce situaciones profesionales a las que se enfrentarán al culminar sus estudios.
  • Futuros profesionales. Los candidatos deben tener una sólida formación científica. Se pretende que, al final de su formación, el profesional domine el lenguaje jurídico y comprenda bien un mapa básico de conceptos (que le permitan interpretar el ordenamiento jurídico y resolver los problemas prácticos que se le planteen). De este modo, podrá afrontar y resolver eficientemente los retos a los que se enfrente.
  • Formación. Esta será de carácter integral, lo cual significa que tiene que ser dogmática –teórica y sistemática–, pero también práctica y comprometida. En este contexto, se potencian el diálogo, como herramienta de aprendizaje, y la técnica de los debates. Esta formación ha de ser, y es, esencial y sistemática, para que pueda comprender, de forma clara, los conceptos fundamentales.

En definitiva, configuramos un modelo docente que asegure el aprendizaje continuo y eminentemente práctico, con el fin de facilitar el acceso al mercado laboral y a la realidad jurídica de la sociedad y ejercer con éxito el perfil jurídico, europeo e internacional.